La compañía de la manzana se ha propuesto que dentro de dos años sea imposible comprar un ordenador Mac con procesado Intel. Ha sido el plazo que se ha marcado Apple para realizar una de las transiciones más complejas desde el salto a la arquitectura X86 de 2005.
A partir de este año, los ordenadores de la compañía empezarán a utilizar en su lugar procesadores fabricados por la propia Apple y construidos con la misma arquitectura ARM que disponen los que ahora se usan en los iPhones y iPads.
La transición afectará a toda la gama de ordenadores de la compañía y empezará este 2020. Desde esta semana, los desarrolladores podrán solicitar un kit para construir aplicaciones pensando en esta nueva arquitectura.
Para el usuario final, dicha transición va a ser casi invisible ya que todas las aplicaciones de Apple, incluidas las destinadas al mercado profesional, estarán actualizadas a la nueva arquitectura este mismo otoño con el lanzamiento de la nueva versión del sistema operativo MacOS Big Sur.
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