El lanzamiento del nuevo Windows 11 previsto para finales de año no supondrá la desaparición de Windows 10 ni mucho menos. Y no es solo porqué el actual sistema operativo vaya a seguir recibiendo soporte a largo plazo, sino también porqué la tecnológica estadounidense va a dar 10 días a los usuarios que lo deseen para que regresen a Windows 10 con todos los archivos intactos, si el nuevo sistema operativo no les convence.
Así lo ha confirmado Microsoft en un documento de pregutnas y respuestas que ha puesto a disposición de los comerciales para que estén preparados ante la llegada de Windows 11. En el documento se recoge que quiénes quiera volver a la anterior versión y hayan terminado los 10 días de plazo tendrán que realizar una instalación limpia (formatear y volver a instalar desde cero).
Este plazo de gracia establecido por la compañía es considerado como algo habitual. Sin embargo, en este caso el plazo que ofrece la compañía para que el usuario decida si dar marcha atrás o no es más reducido que en otras ocasiones. Cuando comenzó el salto de Windows 8 a Windows 10, los usuarios contaban con 30 días para retornar a la versión anterior.
El documento también recoge que la posibilidad de actualizar a Windows 11 dependerá de las características del ordenador del usuario, de que sea compatible con las especificaciones de éste. Al parecer y según explica la compañía, la mayoría de equipos que actualmente son compatibles con Windows 10, lo serán para Windows 11. La actualización de los ordenadores al nuevo sistema operativo Windows 11 se iniciará a finales de año y seguirá desarrollándose durante todo 2022.
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