Fue a finales de 2016 cuando HP proporcionaba sus impresoras afirmando a sus clientes que eran compatibles con cartuchos de tinta de terceros. Se trataba de una reclamo muy jugoso para cualquier consumidor ya que el desembolso en tinta siempre ha superado el coste del propio dispositivo y los cartuchos de terceros suelen ser más económicos.
Según explica la OCU, Organización de Consumidores y Usuarios, una actualización del firmware restringe dicha opción, haciendo que aparezca un error cuando se instala un cartucho que no es de la marca. De esta forma, la compañía obliga a sus usuarios a comprar cartuchos oficiales de HP o incluso a sustituir la impresora por completo. Es por todo ello que la OCU reclama a HP el pago de daños y perjuicios a sus consumidores de España, Portugal, Bélgica, Italia y Brasil por la incompatibilidad de sus impresoras con cartuchos de otras marcas.
Concretamente, la organización reclama 150 euros por cada afectado por la "falsa promesa", siguiendo el ejemplo de las reclamaciones de consumidores norteamericanos por estas mismas prácticas, por las que la compañía aceptó compensar a cada demandante con entre 80 y 120 euros por un importe total de 1,20 millones de euros. Además, exigen a la compañía que cese de forma inmediata esta práctica engañosa y perjudicial para los usuarios, que deben comprar otros cartuchos pese a lo que se les había dicho.
En el caso de no obtener una respuesta satisfactoria para los consumidores por parte de la compañía, la OCU y el resto de organizaciones europeas están dispuestas a iniciar una acción colectiva con el fin de conseguir una compensación adecuada para los consumidores.
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